viernes, 3 de septiembre de 2010

Escalando el Monte Fuji (II)

...Continuación del post anterior.

Luego de un cansado camino de subida entre senderos y rocas, al fin llegamos a la cima del Fuji. Eran cerca de las 4:20 am y el cielo ya comenzaba a aclarar un poco. En el lugar había una gran cantidad de gente esperando con ansías esos primeros rayos del sol desde la montaña más importante de Japón, por lo que decidimos separarnos de nuestro grupo para conseguir un buen lugar desde donde poder tomar fotos.

Exactamente a las 5:07 am, pudimos ver cómo se asomaba el sol a 3,776 metros de altura, abriendo su paso entre las nubes e iluminando el mágico paisaje que hasta ese momento había permanecido oculto por la oscuridad. Justo en el momento que se postró con todo su esplendor a lo alto del cielo, toda la gente reunida aplaudió de emoción. Y es que la vista desde esa altura realmente te hace sentir cosas difíciles de describir. Estando ahí definitivamente me convencí que había valido la pena todo el esfuerzo realizado para llegar a la cima.

Una vez que terminó el amanecer, comenzó el éxodo de gente, ya que aún faltaba un largo camino de regreso, y con el sol quemándote sin nada que te cubra, se vuelve realmente pesado. Además que nuestro guía nos abandonó a nuestra suerte en el regreso.

Realmente el camino cuesta abajo fue realmente un suplicio!! Esta vez ya no era necesario pasar entre rocas grandes, sino puro sendero arenoso y con pequeñas piedras que hacían muy resbalosa las pisadas (de hecho me caí una vez jaja). Pero la vista del paisaje mientras bajaba aminoraba un poco el dolor de las rodillas.

Cuatro horas después de sufrir la bajada (9:20 am), y conocer mucha gente en el camino, llegamos al fin a la 5° estación. En ese punto fue donde comenzó nuestro recorrido, y lugar de reunión de nuestro tour para regresar. Totalmente exhausto y lleno de tierra, pero contento de haber logrado la meta!

Después de reunirnos, nos llevaron a un Onsen (tipo SPA japonés) para darnos un baño muy necesario, relajarnos un rato en el agua caliente y tomar el almuerzo. En verdad que eso sirvió bastante para relajar los músculos y recobrar un poco las energías después del gran esfuerzo! Ya bañados y relajados, emprendimos el viaje de regreso a casa.


Escalando el Monte Fuji (I)

"Un hombre sabio sube el Fuji una vez. Sólo un tonto lo hace dos veces" 

Dice un proverbio japonés antiguo. El cual definitivamente no puede ser más cierto. Subir el Mt. Fuji es una padrísima experiencia y altamente recomendada, sin embargo, es tan desgastante, que difícilmente vas a querer hacerlo nuevamente.

Para poner un poco de contexto, el Monte Fuji (富士山) es la montaña más alta de Japón, con 3,776 metros de altura, y es considerada una de las 3 montañas sagradas de Japón. Cada año es visitada por miles de personas, tanto turistas como locales durante la temporada de escalar (Julio - Septiembre). Ya que el resto del año las temperaturas son tan bajas que se vuelve muy peligroso tratar de subir.

Pues bien, para escalar el Fuji, decidimos contratar un tour que incluía el transporte, guía y comidas, ya que no estábamos seguros de cómo llegar al lugar. El camión salió a las 8:50 am de Kyoto, y haciendo varias paradas en el camino para comer e ir al baño, estábamos llegando a la 5° estación del Fuji al rededor de las 4:00 pm.

La mayoría de los recorridos parten de la 5° estación, que se encuentra a 2,305 metros. Aquí por poco nos quedábamos sin mochilas! Por que como toda la explicación del tour estaba en japonés, no entendíamos gran cosa, entonces al bajarnos en esta estación dejamos las mochilas dentro del autobús y se fue con ellas! Afortunadamente nuestra guía pudo localizarlo y devolvernos las mochilas!

Después de comer, y haber recuperado nuestro equipo, iniciamos el recorrido hasta la cima, acompañados de dos guías. Hablando del equipo, yo llevaba: Chamarra, ropa térmica, impermeable, lámpara, agua y chocolates. Y con eso fue suficiente para sobrevivir la subida y bajada.

Durante el recorrido íbamos haciendo varias pausas para descansar, sobre todo por que nuestro grupo era un tanto heterogéneo, entonces había personas con diferentes condiciones físicas, y para evitar problemas, teníamos que ir todos al mismo paso. A lo largo del camino hay varias estaciones donde puedes comprar comida o bebida (a precios bastante elevados) así como sellar tu bastón a manera de prueba de tus logros.

En sí la subida no es muy complicada, hay partes donde el camino es totalmente de tierra y fácil de caminar, y otros tramos donde literalmente hay que escalar entre rocas. Pero en fin, luego de 5 horas de subir, llegamos a la 8° estación, en donde descansamos durante 2 horas y tomamos desayuno. A la 1:20 am, reiniciamos el recorrido hacia la cima. Todo estaba calculado para llegar a tiempo al amanecer.

...Continúa en el siguiente post!